Estas pasadas Fiestas del Pilar 2012 han tenido un punto de referencia común, y es que un 8 de octubre de 1764, la plaza de Toros de la Misericordia, o Coso Ramón Pignatelli, su promotor y bajo cuyas ordenanzas fue construíada con el objetivo de sostener económicamente tanto el Hospital como la Casa de la Misericordia de Zaragoza, era oficialmente inaugurada.
Y a casi 250 años de su construcción, en el Coso taurino Ramón Pignatelli, conocido más por el de plaza de la Misericordia, se celebraba una corrida al más puro estilo Goyesco, que es como se conocen a las corridas de toros que el pintor aragonés nacido en Fuendetodos, supo representar como nadie.
En la actualidad las posiciones a favor y en contra de la cosa taurina, podrán ser irreconciliables, pero hay algo que absolutamente nadie puede ni negar ni ocultar, que a D.Francisco de Goya y Lucientes le gustaban los toros e inmortalizó sus escenas en sendos y magníficos grabados y aguafuertes reconocidos a nivel internacional.
Y es que Goya, como perfectamente lo describía don Mariano Sánchez Palacios en el artículo El Arte y los toros, aparecido en la revista El Ruedo en 1944, cuando pintaba, sus dibujos, sus aguafuertes, las litografías, los retratos de toreros, los pasajes y momentos de la vida del toro...todo lo captó aquel genio maravilloso...Goya se siente atraído por la fiesta de los toros"... Y es que no es para menos, don Mariano desglosó la figura del genial pintor aragonés en un fenomenal artículo que dio la vuelta al mundo y mostró a los lectores que en el arte de torear le había salido un gran pintor a la vez que un gran divulgador de la tauromaquia.
No en vano Goya ha sido catalogado por el pensador francés Tzvetan Todorov quien reivindica la dimensión filosófica del pintor como un pensador a la altura de Goethe o Dostoyevski
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